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Libera a tu negocio de la migraña financiera

Conoce cuáles son los síntomas y aprende a evitarlo

Así como el cuerpo se enferma por el consumo excesivo de azúcar, también nuestras finanzas se pueden enfermar si nos excedemos en los dulces placeres.

¿Es necesaria una dieta estricta en la cual nunca probemos dulces placeres para tener finanzas sanas? ¡Afortunadamente no! Lo que sí es muy recomendable es identificar cuáles son esos dulces placeres para poder disfrutarlos con moderación y que no causen daño.

Un dulce placer es toda acción que causa satisfacción inmediata y que cuando se acaba no transciende en algo positivo más allá del disfrute momentáneo. Algunas corrientes de pensamiento les llaman caprichos.

Algunos ejemplos de dulces placeres son:

  • Paseos
  • Viajes
  • Pago de servicios que “ahorran tiempo y esfuerzo”
  • Accesorios de moda
  • Ropa que no necesitamos
  • Ofertas absurdas
  • Tecnología innecesaria
  • Comidas fuera de casa
  • Visitas al Spa
  • Las Shopping – Terapias
  • Golosinas
  • Juguetes de moda para los niños
  • Accesorios para las mascotas
  • Alcohol, cigarros
  • Etc.

Los dulces placeres no son malos por sí mismos, pero sí pueden enfermar severamente tus finanzas si no tienes un control adecuado de ellos, lo que recomiendo es planificarlos y estar en constante observación si has identificado que tienes debilidad a ellos.

Es de vital importancia reconocer tus “frases azucaradas”, éstas son aquellas que pronuncias de manera cotidiana ya que son producto de tus creencias y terminan manifestándose en acciones (dulces placeres).

Algunos ejemplos de frases azucaradas son:

  • Trabajo mucho, merezco darme una recompensa
  • Comprar me desestresa
  • No tengo suficientes cosas
  • Soy muy joven para planificar mi dinero
  • No me gusta ahorrar, es para tacaños
  • No me gusta pensar en el futuro
  • No tengo tiempo para administrar mi dinero
  • Disfruto la vida hoy, mañana no sé si viva
  • Tengo que darle cosas a los demás para que me acepten
  • Tengo que aparentar ser exitoso para tener credibilidad
  • Paso poco tiempo con mi familia, debo compensarlos de alguna manera
  • El dinero es para gastar
  • No me interesa dejar mis hábitos actuales

Una vez que has identificado tus frases azucaradas, ¿Qué te parece si las reemplazamos por frases que te apoyen a tener salud financiera? Por ejemplo:

  • Valoro mi trabajo, por eso tomo decisiones inteligentes con mi dinero
  • Me responsabilizo de mis emociones para canalizarlas de forma positiva
  • Si soy una persona plena, no necesito cosas materiales para llenar vacíos
  • Aprovecho mi juventud para nutrirme de conocimientos que benefician mi salud financiera
  • Cuidar mis finanzas es una forma de cuidarme y quererme
  • Asumo con alegría la responsabilidad mi presente y de mi futuro financiero
  • Mi salud financiera es prioritaria, por lo tanto, me doy el tiempo de planificarla
  • Disfruto de manera responsable cada etapa de mi vida (juventud, adultez, vejez)
  • Me acepto como soy, doy lo mejor de mí y me rodeo de personas positivas
  • Soy una persona ética, íntegra, las personas confían en mí porque los inspiro
  • Doy tiempo de calidad a las personas que amo, por lo tanto, no genero culpa
  • El dinero es un medio para sirve para cumplir mis proyectos de vida y para cuidar y proteger a quienes amo
  • Elijo ser responsable de mi vida y de mis acciones

El objetivo es que puedas desarrollar cada día la habilidad de tomar mejores decisiones en la administración de tu dinero, lo puedas acumular e incluso hacerlo crecer.

Verás que pronto tendrás mejores hábitos y si llegaras a tener un resbalón y te excedes en los dulces placeres, lo más recomendable en no “flagelarte” y comenzar de nuevo lo más pronto que te sea posible, este es un camino para toda la vida y ya cuentas con una aliada que te puede apoyar en este proceso.