Felicidades, eres de las personas conscientes que se quedaron en casa según las medidas preventivas que se tomaron para evitar que este virus siga haciendo estragos en la sociedad. Es decir, estuviste en aislamiento social (o quizá sigues).
Según Sánchez, G (2017) (Recuperado de: https://lamenteesmaravillosa.com/el-aislamiento-social/) “El aislamiento social se presenta cuando una persona se aleja totalmente de su entorno de manera involuntaria. Este aislamiento puede provocar depresión en las personas”. De igual manera este aislamiento social, como bien lo has vivido, está provocando fuertes consecuencias en nuestra economía.
Y aunque existen gobiernos de otros países que han tomado medidas de apoyo económico como suspender el pago de servicios básicos, alquileres, dar bonos sociales, entre otros, en México aún se debe hacer parte de estas políticas. Por lo tanto, es posible que seas de la población que no goza de estos beneficios a lo que surge la pregunta ¿Qué hacer para mejorar mis finanzas? A continuación, te presento una serie de propuestas que mantendrán nuestra mente ocupada para evitar la depresión y mejorarán nuestra economía:
Levántate temprano como si fueras a trabajar, ora, desayuna, ejercítate y comienza a trabajar en tu emprendimiento (descubre para qué eres bueno).
Algunas estrategias que debes considerar al momento de idear tu emprendimiento son: ofrecer productos que sean fabricados en México y puedan ser vendidos en otros países cercanos. Ejemplo: ropa, zapatos, prendas artesanales, comida, etc.; establecer planes turísticos y ofrecerlos a través de páginas web para cuando esta situación pase. Estos planes turísticos deberían ser en la ciudad o el mismo estado, y ser económicos, con diferentes opciones. Ejemplo: Estadía en hamacas, estadía de un día en hotel y otros días en carpas, etc.; abrir un negocio de comida rápida haciendo uso de las redes sociales; establecer programas de distribución por canales seguros con clientes fiables; hacer publicidad a través de apps o redes sociales que capten la atención de todo tipo de clientes; emprender un negocio con dinero propio a través de un plan de financiamiento robusto, en donde se planifique los tres primeros años los ingresos, costos y ganancias; establecer un plan de financiamiento con bancos del estado de tal manera que si comienzan leyes que beneficien a los pequeños emprendedores tú emprendimiento tenga opciones de beneficio; asociarse con empresas reconocidas que tengan la misma capacidad de pago para contrarrestar la disminución de ventas en caso que se disminuyan los beneficios del libre comercio; adquirir la mayor cantidad de materia prima e insumos que sean productos perecederos para evitar que las subidas constantes de precios o que los créditos bancarios ahoguen el flujo de caja del emprendimiento.
Por ultimo; recordemos esta frase de Josh Billings “La salud es como el dinero, nunca tenemos una idea real de su valor hasta que la perdemos”.
