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Joven e independiente

¿Conviene financieramente dejar el nido?

Hace algunos días leía una nota en la prensa que mencionaba que los jóvenes en México abandonan el hogar de sus padres a los ¡28 años en promedio!, es decir, ya que han terminado la Universidad, algunos otros hasta el postgrado y no quisiera pensarlo, pero algunos ya hasta estando casados. ¿Y esto por qué? sería la primera pregunta que viene a la mente. En principio, un cambio de mentalidad influye en que los jóvenes prefieran la comodidad de la casa familiar, pero no podemos quedarnos hasta ahí.

Sin duda, el motivo principal es una razón de peso, de dinero pues, debido a que los sueldos que perciben los jóvenes egresados de alguna licenciatura son “insuficientes” para el nivel de vida que quisieran tener (de acuerdo a lo que dicen ellos), si tomamos en cuenta que de acuerdo al estudio realizado por el IMCO (Instituto Mexicano para la Competitividad AC) en 2016, estos ingresos en promedio fueron de $11,300 y sin haber concluido los estudios universitarios, en promedio los ingresos mensuales alcanzan los $6,300 pesos.

La decisión de vivir solos nos ayudará a madurar más rápido y a ser más responsables y disciplinados, pero no siempre. Para esto es indispensable preparar un presupuesto de nuestros gastos (como el ejemplo que tenemos a un costado) y seguirlo plenamente. Para ayudarte a tomar esta decisión, me gustaría que hiciéramos un ejercicio de análisis de los principales gastos que incurrirían los jóvenes si decidieran tomar esta decisión.

En primerísimo lugar debemos considerar la renta del lugar para vivir, ya que puede significar un elevado porcentaje de los ingresos, llegando incluso a un 50%. Bajo este panorama, los jóvenes van posponiendo su idea de abandonar el nido. Ya sea que quieran vivir como reyes, o como arrimados, hay lugares para vivir para todos los gustos, pero debemos de apurarnos a verlo, sobre todo si ya vamos llegando a los 28, no vaya a ser que nos pase como al estadounidense al que demandaron sus papás para que desaloje la casa.

En primer lugar, se debe considerar la renta del lugar dónde vivir. La renta de una casa o departamento, dependiendo de la zona donde quisieran vivir, puede oscilar entre $2,500 a $5,000, por lo que la posibilidad de buscar un “room mate” aliviana la carga de la renta en un 50%. También, hay otras opciones, como rentar solamente un cuarto, pero ahí es posible que tengas que sujetarte a ciertas reglas, justo de lo que estamos saliendo.

A la renta hay que sumarle los servicios: agua, luz, mantenimiento, internet, celular. ¡Sí! Aquí es donde nos empieza a caer el veinte y el síndrome del hijo pródigo podría incorporársenos. Pero, si la decisión de vivir solos, por los beneficios que trae es muy fuerte, sigamos adelante… ¡que más adelante hay más gastos!  Regresando a estos servicios de la casa, buscar pagar menos nos hará más responsables, apagaremos la luz cuando no se usa, el aire acondicionado empezará a ser “menos necesario” y será inverter, y todas las lámparas las habremos cambiado a luz led.

Después de este fuerte impacto que significó pagar por cosas que viviendo con nuestros padres las teníamos subsidiadas, viene otro golpe fulminante: los alimentos. Nos podríamos jactar de que éramos autosuficientes porque abríamos el refri de nuestros padres y preparábamos nuestra propia comida o cena, y si no había algo que nos apeteciera, íbamos a comprar algo ya que nos lo “merecemos”. Pero la realidad es que ahora abriremos nuestro refri y estará vacío. ¡Rayos! ¡Hay que ir al súper!

Aquí el primer consejo es que NUNCA, NUNCA pero NUNCA vayas al súper con hambre, es desastroso. Lo digo en serio… NUNCA. Otro consejo sería comprar cosas ligeras para desayunos y cenas y las comidas de medio día, de preferencia comprarlas en alguna cocina económica. Cocinar puede ser satisfactorio, relajante, más sabroso y a nuestro gusto, pero si consideramos que cocinamos para una o dos personas, resultará muy caro, por lo que lo recomendado es comprar la comida ya hecha. Ahora, importante tener un presupuesto para las comidas y evitar caer en la tentación de comprar comidas en algún restaurant que porque “nos las merecemos”, esto significaría un desembolso considerablemente mayor.

Otro gasto relevante es la transportación. Ya sea que nos movamos en automóvil propio o en transporte público, la erogación es significativa en relación a nuestros ingresos. Si tenemos auto, podemos ahorrar en gasolina recorriendo solo las distancias necesarias, buscando las mejores rutas y, sobre todo, manejando correctamente, es decir, haciendo los cambios de velocidad de una manera suave (aplica para estándar y automático), esto puede ahorrar entre un 25 y un 30% nuestro consumo de gasolina, mismo porcentaje que el aire acondicionado aumenta el consumo de este combustible, así que nosotros decidimos si queremos ahorrar más.

Si nos transportamos en camión y somos estudiantes, importantísimo tramitar nuestra tarjeta de descuento y evitar la tentación de utilizar un servicio privado de transporte, al menos que sea una emergencia o totalmente necesario. A partir de la entrada de estos nuevos servicios privados de transporte, el ingreso neto de muchas familias de escasos recursos se ha visto seriamente disminuido por la falta de control en este gasto. También es opción que, si la escuela o centro de trabajo no está lejos de nuestro domicilio, intentemos utilizar la bicicleta como medio de transporte, de esta forma ahorraremos y estaremos más saludables.

Finalmente, respecto a la limpieza hay dos puntos relevantes. El primero sería la limpieza de la casa o departamento y el otro el lavado y planchado de la ropa. Estos dos puntos pueden ser realizados por nosotros mismos buscando disminuir los gastos del mes. Sin embargo, ya sea que no contemos con lavadora o del tiempo suficiente para lavar y planchar, existen varias opciones para esto, incluso hay los que manejan el servicio a domicilio, es importante fijarnos en los precios y el plus que tenga cada uno de estos proveedores para elegir al que mejor satisfaga nuestra necesidad. En cuanto a la limpieza de la casa, no hay buenas noticias, lamentablemente siempre será mejor realizarla uno mismo, tener el servicio de limpieza una vez a la semana podría significar un gasto de entre 800 y 1000 pesos al mes, ese dinero podríamos utilizarlo para comprar los productos de limpieza que nos servirían por mucho tiempo, pero… ¿qué tan dispuestos estamos a ahorrar?

Pero no todo es gasto aburrido, dejamos lo mejor para el final. Es sumamente importante destinar una parte de nuestro presupuesto a disfrutar de lo bello que es vivir. Salidas con los amigos en las noches, ir al cine, comer en un bonito restaurant, escaparte a la playa, organizar una reunión, jugar boliche, todo eso es posible si se es responsable y disciplinado en la manera de gastar. Acudir a estos lugares en días y horarios de descuento puede significar grandes ahorros, así que hasta en nuestras salidas y diversiones debemos de planificar para ahorrar.

A manera de conclusión, consideremos que mientras vivimos en casa de nuestros padres y ya estamos trabajando, estamos teniendo un importante excedente de nuestros ingresos, el cual hay que ahorrar e invertir ya que nos podrá ser de mucha utilidad en el tiempo que demos el paso a vivir por nuestra cuenta. Espero que esta información les sea de utilidad y ¡mucho éxito viviendo solos!